Buenos días para todos, el martes 4 de Setiembre del año 2007 ocurrió una tragedia que afectó a mi familia de una manera extraña: El hijo del amigo de mi padre había fallecido.
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Como personaje inmaduro e inexperto no puedo ni imaginar el dolor que puede sentir un padre al ver a su menor y único "hijo" muerto. Debe de ser una sensación completamente inexplicable, llena de amargura, impotencia y extremo dolor. En fin, no quisiera pensar más en eso (disculpen).
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El joven fallecido no fué mi amigo (a lo mucho es un conocido) pero lo he visto antes (es menor que yo), su padre lo engreía como lo hace "un padre orgulloso" pues algún día su hijo sería su reemplazo, su futuro.
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La impresión en la que quedé inmerso al enterarme del fallecimiento fue muy grande, eran las 11:00pm y regresaba de la universidad. "¿Cómo ha podido morir?", "Si es muy joven, apenas está en la escuela y es tranquilo" fueron mis pensamientos. Lo único que hice fue abrigarme e ir con mis padres al velorio. No es necesario describir como se encontraba el padre del chico (amigo de mi papá).
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No podían venir a mi mente palabras de aliento ya que nunca había pasado por situación similar. La hermana del chico fallecido es mi amiga y no pude decir muchas cosas para calmarla. El lugar era "el sitio de las impotencias expresadas" y la alegría era muy reservada o simplemente no estaba presente.
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El post se encuentra dirigido a la familia afectada, no espero (ni en broma) que ellos lean esto, solo quiero invitar a la meditación a todo aquel que lea el texto. También expresar mis condolencias para la familia (de manera "sobrentendida"), además demostrando mi respeto no revelando nombres ya que no es necesario.
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No existen palabras de "aliento completo" para un afectado, ni existen sentimientos definidos ante la presencia de la muerte. Por más insignificante que parezca, "la compañía" y tal vez un abrazo (aparte de ser lo único que se puede hacer) son lo necesario para llegar a la persona.
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Llegando a casa, antes de acostarme encontré a mi padre asegurando la puerta de la casa, me acerqué y lo abrazé. No sabía cuando nos dejaríamos de ver, lo quiero y aún no se lo he dicho. ¿Ya es tiempo? Eso es todo lo que puedo decir ahora.
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3 comentarios:
Siempre es un buen momento, aunque aveces no stengamos que dar cuenta luego de alguna tragedia. Fuerza y un abrazo
De hecho una muerte siempre afecta en algo a uno... el dolor de perder un hijo debe de ser inmenso..
Por otro lado.. la foto está demasiado cheere!! besos
En esos casos no hay mucho para decir pero el abrazo que le diste a tu viejo, si que estuvo bien.
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